Mano de Irulegi, pieza de bronce que incluye la inscripción en euskera más antigua conocida hasta la fecha hace más de dos milenios.
El euskera, o lengua vasca, es una de las lenguas más antiguas de Europa, cuya filiación genética sigue siendo un misterio, ya que no está relacionado con ninguna otra lengua conocida. Hablado en el País Vasco, Navarra y del suroeste de Francia, el euskera ha resistido siglos de influencias y conflictos. Pese a ello, el pueblo vasco logró preservar su lengua, identidad y esencia cultural. En las últimas décadas, el esfuerzo conjunto de instituciones, académicos y hablantes nativos ha revitalizado el euskera mediante la promoción de su enseñanza y su uso en ámbitos educativos, culturales y públicos. Esta labor ha permitido no solo preservar una lengua milenaria, sino también fomentar un patrimonio cultural único que enriquece la diversidad lingüística y cultural de España y de Europa. En este artículo, explicamos algunas curiosidades sobre el euskera, su gramática y sintaxis.
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La primera de las curiosidades sobre el euskera: el caso ergativo
Las lenguas ergativo-absolutivas marcan el sujeto de las oraciones transitivas, es decir, de las oraciones cuyos verbos precisan de un complemento directo.
Ni Ana naiz (yo soy Ana). En este caso, el verbo izan (ser) es intransitivo.
Nik Ana ikusi dut (he visto a Ana). En este caso, el verbo ikusi (ver) es transitivo. El pronombre de primera persona del singular ni se declina en caso ergativo (nik).
Este tipo de lenguas contrasta con las de tipo nominativo, como la mayoría de lenguas indoeuropeas, salvo algunas de la rama indoirania que lo han desarrollado, como el kurdo kurmanji, el pashto, el hindi o el panajabi.
Algunos ejemplos de otras lenguas ergativas incluyen el georgiano, el inuktitut hablado en Groenlandia y un buen número de lenguas nativas australianas.
El sistema verbal vasco
Al presentar las características gramaticales principales de una lengua, de alguna manera, estamos traduciendo esa lengua, ya que intentamos hacer comprensible un sistema gramatical ajeno que, de otra manera, resultaría ininteligible. En este ejercicio, es menester evitar presentar las reglas gramaticales de la lengua de una manera excesivamente exótica que cree una imagen idealizada y ajena a la realidad de la misma. No obstante, en el caso del euskera, pese a poder pecar de exóticos, no podemos resistirnos a tratar las complejidades de su morfología verbal.
El verbo vasco actual ha atravesado procesos de cambio que los expertos en lingüística histórica y diacrónica han descrito con detalle. Y es que, al igual que el euskera mismo, el sistema verbal vasco tuvo que estandarizarse tras la creación del euskera batúa o euskera unificado. Tanta era la variedad anterior, que la Euskaltzaindia o Real Academia de la Lengua Vasca tuvo que promulgar una norma unificada en 1973.
Del sistema verbal vasco podríamos escribir tratados y tesis doctorales. Sus rasgos más llamativos, en comparación con el castellano, son los siguientes:
El futuro es un aspecto y no un tiempo verbal. En gramática, la diferencia entre tiempo y aspecto radica en cómo se conceptualiza la acción en relación con el tiempo: el tiempo se refiere a cuándo ocurre una acción, mientras que el aspecto a cómo se desarrolla o percibe, independientemente de cuándo ocurre. El aspecto puede indicar si la acción está completa (perfectivo), en proceso (imperfectivo) o repetitiva (habitual).
Existen tres tiempos verbales: presente (orainaldia), pasado (lehenaldia) e hipotético (baldintza hipotetikoa).
Existen cuatro clases de aspecto: el puntual, el perfecto, el frecuente y el ya mencionado futuro.
La mayoría de verbos necesitan un auxiliar para ser conjugados. Por ejemplo, en jango dut (comeré), dut es el verbo auxiliar y jan el principal. Una minoría de verbos (aditz trinkoak por su nombre en euskera) no lo necesitan. Son 24 según la Euskaltzaindia, pero los más habituales son egon, joan, ibili, izan, jakin, eduki, ekarri, eraman y esan (estar, ir, caminar, ser, saber, tener, llevar, traer y decir)
Los elementos gramaticales básicos se reflejan en la morfología verbal: en euskera no es lo mismo comer una manzana (sagar bat jaten dut) que comer varias (sagar batzuk jaten ditut). Es como si, de alguna forma, el pronombre de objeto directo «la/las» estuviera implícito dentro del verbo.
Existe el modo subjuntivo, aunque su uso está en declive y suele sustituirse por otras estructuras. Por ejemplo, en la frase zu Bilbora joan zintezen eskatu zuten (te pidieron que fueras a Bilbao), el verbo joan zintezen puede sustituirse por una subordinada de finalidad (zu Bilbora joateko eskatu dute). También existen el indicativo y el imperativo y consideramos el ahalera o potencial como un cuarto modo.
El pronombre hi
En euskera existían tradicionalmente tres niveles de tratamiento en las relaciones sociales: berori/berorika (usted), zu/zuka (usted-tú) y hitano/hika (tuteo coloquial). En cambio, en castellano solo se usan los tratamientos de «usted» y «tú».
En términos generales, podemos decir que berori/berorika era un tratamiento solemne, reservado para dirigirse a autoridades civiles o eclesiásticas, médicos y otras profesiones liberales, así como a personas de cierto estatus social y económico. El tratamiento de zu/zuka (usted-tú) se usaba, de inferior a superior en la jerarquía social, aunque no exclusivamente; también era común entre esposos, entre personas de igual rango y entre desconocidos. El tratamiento de hitano/hika (tuteo coloquial) denotaba una gran cercanía o superioridad; por esta razón, era la forma de dirigirse entre hermanos, amigos y de los padres hacia los hijos. Hoy en día, el uso de berori/berorika ha prácticamente desaparecido, mientras que hitano/hika, aunque en declive durante algún tiempo, ha resurgido. Sin embargo, el tratamiento que predomina es zu/zuka.
En el español peninsular ha ocurrido algo similar con los tratamientos de «usted» y «tú»: el uso de «usted» está disminuyendo y cada vez es más frecuente el empleo de «tú» en diversas relaciones.
Una de las curiosidades sobre el euskera es que el género gramatical no existe y este no se marca en sustantivos o adjetivos, pero sí en la conjugación verbal con hika:
Ane, zenbat perretxikoak dauzkak? (Ane, ¿cuántas setas tienes?) En este caso, el verbo eduki (tener) se ha conjugado con la forma de hika con sujeto femenino y objeto plural (dauzkak).Txomin, zenbat perretxikoak dauzkan? (Txomin, ¿cuántas setas tienes?) En este caso, eduki está conjugada en la forma de hika con sujeto de segunda persona con sujeto masculino y objeto plural (dauzkan).
El plural cercano
En euskera, el plural hurbila o plural cercano indica la cercanía contextual o inclusividad. El sufijo -ok no solo señala cantidad, sino que también implica un sentido de proximidad o pertenencia al grupo. Por ejemplo gizonok se traduciría por «nosotros los hombres», es decir, el hablante o quien escribe forma parte o está directamente relacionado, mientras que el plural genérico gizonak (o gizonek en caso ergativo) se refiere a los hombres como sujeto en general, sin implicar cercanía o pertenencia directa.
¿Te has quedado con ganas de leer más curiosidades sobre el euskera? Pronto publicaremos un nuevo artículo…
Coautores de «Curiosidades sobre el euskera»:
Martín Azcárate-Muez: graduado en Traducción e Interpretación de inglés y japonés por la Universidad de Salamanca. Antiguo terminólogo en el Centro de Terminología y Lexicografía (UZEI) adscrito a la Euskaltzaindia y actualmente profesor de lengua y literatura vascas en la Facultad de Filología de la USAL.Ángel García Manso: traductor, intérprete de conferencias y formador de lenguas extranjeras. Apasionado de los idiomas y euskaldunberri. Fundador y administrador de Ángel García – Servicios Lingüísticos.
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