Los anglicismos suelen ser los extranjerismos más sencillos de identificar y más comunes en el español del siglo XXI. No obstante, buena parte de extranjerismos presentes en la lengua de Cervantes provienen del francés. En este artículo mencionamos algunos de los galicismos en español más comunes.
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¿Qué son los galicismos?
Entendemos por galicismos el uso de palabras derivadas del francés. Podemos distinguir, al igual que en otros préstamos y extranjerismos, los siguientes tipos:
Galicismos léxicos:
Se mantiene el significado original. Capó (de capot)
Galicismos semánticos:
Se modifica ligeramente el significado original del étimo en francés. Chófer (de chauffeur).
Calcos semánticos:
Se adopta un significado extranjero para una palabra ya existente en la lengua (endosser en francés significa «respaldar», mientras que el galicismo «endosar» en español tiene otro significado.
Errores habituales:
Mientras muchos galicismos están aceptados por la norma y asentados en la lengua desde hace siglos, otros galicismos en español (como calcos sintácticos o léxicos) no lo están. Muchos de estos galicismos penetran en nuestra lengua por medio de la traducción.
Uso del gerundio:
En francés el gerundio, además de simultaneidad de acciones, marca que una acción es consecuencia de la otra. No obstante, según la gramática española, el gerundio en castellano implica únicamente simultaneidad y duración (estoy estudiando, sigue nevando). Las únicas excepciones a la norma son «agua hirviendo» y «clavo ardiendo».
Según la Nueva Gramática de la Lengua Española, este uso del gerundio, conocido como gerundio de posteridad, debe evitarse cuando la acción que denota es posterior a la acción que expresa el verbo principal: La Ley Orgánica se sometió a votación aprobándose por mayoría absoluta –> La Ley Orgánica se sometió a favor y se aprobó por mayoría absoluta.
Sustantivo + preposición a + infinitivo/sustantivo
Se trata de una estructura tan extendida que la Real Academia ha dado su brazo a torcer y ha aceptado este galicismo en expresiones como «cantidad a ingresar» o «asuntos a tratar» propias de textos económicos y administrativos. Se recomienda sustituirla por «que» o evitar la estructura si resulta tautológica. En el caso de que la preposición vaya acompañada de un sustantivo, la preposición genuina es «de» y no «a», aunque en este caso la RAE admite como correctos expresiones como «olla a presión».
Errores a tener en cuenta –> Errores que tener en cuenta
Este profesor es un ejemplo a seguir para mí –> Este profesor es un ejemplo para mí.
Vestido a lunares –> Vestido de lunares
Uso del condicional:
En francés, se emplea el condicional no únicamente para hablar de lo que podría ocurrir, sino también para reflejar información por confirmar.
La cuantía de lo sustraído ascendería a los dos millones de euros –> Se cree/es posible que la cuantía de lo sustraído ascienda a los dos millones de euros.
Este galicismo es muy común en el lenguaje periodístico y aunque no se considere un error gramatical, se desaconseja su uso.
Expresiones redundantes:
«Es por esto que» en lugar de «por esto».
«A día de hoy» en lugar de «hasta hoy», «hoy por hoy»
Ortografía de los galicismos en español:
Existen galicismos cuya ortografía se ha adaptado o castellanizado (cabaré, chalé, popurrí, somier) y otros que se emplean en su forma original (déjà vu, gourmet, premiere, petit comité). Estos galicismos deben escribirse en cursiva o entre comillas en la escritura a mano.